
Ayer estuvimos de triste aniversario. Siete años se cumplieron de la tragedia del Prestige. También ese día el mar estaba embravecido y soplaban vientos que levantaban olas inmensas. Aquel viejo cascarón cargado de fuel no pudo resistirlo y nos inundó con su letal y negra carga.
Este 13 de noviembre no hemos tenido que lamentar otra desgracia como aquella, pero el fuerte viento y la lluvia parecían querernos recordar tan fatídica fecha.
NUNCA MAIS
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